Combarro.

MARTES 14 DE OCTUBRE



Sonó el despertador, me encanta que lo haga me encanta cabrearme porque me hayan jodido mi abstracto sueño a la vez que levantarme con el susurro de un par de saxos melancólicos arrítmicos sexies… bendita paradoja la que me toca de vivir cada mañana.

Lo que sigue es siempre igual, intento fallido de vestirme decentemente, intento fallido de peinarme e intento fallido de lanzarle el guiño al espejo…condenado…sigue sin poder reflejarme al menos una sonrisa, da igual -pienso- están cuidadosamente guardadas para errantes almas que la merezcan mas que yo, aunque lo único que no falla por las mañanas a parte de mi encantador despertador es la droga que se apodera de mi cada amanecer, cada atardecer…vivo totalmente dependiente de ella e incluso una vez dentro de mi las muy astutas me la juegan mas de una vez…

Llego a la estación vuelve a estar vacía de caras conocidas, miento soy una jodida mentirosa si que hay caras conocidas pero intento esquivarlas, me gusta la soledad me pone de una muy jodida leche que me hablen cuando mi corazón bombea sangre al ritmo de un par que yo me sé. El tren se pone en marcha, mis oscuras pupilas se independizan, mi alma vuela a recorrer su rutinario paseo, nunca se sabe a donde partirá… mi mente le sigue el rastro… vaya esta vez si era predecible… asi que recordando aquel pueblo marinero eh interesante…. hoy no la atare pues, dejare que vuele por cada rincón, que huela cada segundo, que sienta sutiles cosquilleos al entrar en contacto con una rosada y fina arena.

Siento decirte lector que mi alma es tramposa, aguda, astuta…era solo un cebo, un maldito cebo…se acabaron los parajes de ensueño y el recuerdo del muy reciente aun Combarro. Ha vuelto a entrar al pozo, un maldito pozo de recuerdos tremendamente bonitos pero rasgados por el tiempo ya. Al carajo! Se te acabó el viaje maldita pécora vaya..y parece que a esta otra también.


Siento ser tan pesada con las actualizaciones, siento bañar las actualizaciones con tanto mal , por eso desaparecí porque no hay dos sin tres ni tres sin cuatro ni cuatro sin cinco…


¿Cómo pudo sucederme a mí?

UN día como cualquier otro es siempre un día diferente.